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jueves, 14 de marzo de 2013

Cuando el milagro de la vida vence, testimonio de familia con quintillizos

Cuando una familia permite que Dios forme parte de sus vidas y lo entregan todo a Él pueden sobrellevar toda clase de dificultades, teniéndolo siempre a su lado. Este es el caso de Rubén Reyes y Patricia Aranguren, una joven pareja católica de esposos de Pisco (Ica – Perú) que hace más de cuatro años decidieron apostar por la vida y hoy gozan de la compañía de sus quintillizos: Fernando, Melania, Leandro, Berenice y Gabriel.

Rubén y Patricia se conocieron en el Camino Neocatecumenal. Después de un tiempo de novios se casaron y decidieron formar una familia. Durante cinco años intentaron tener hijos, pero no pudieron; incluso los médicos les dijeron que era improbable que tuvieran hijos.

“Todos esos años fue un tiempo bueno porque nos permitió conocernos como personas, que nuestro amor se consolide en el matrimonio y que podamos estar unidos al Señor, quien nunca nos dejó desamparados”, afirma Rubén.

Sin embargo, Dios les tenía designado una gran sorpresa. Cuando estaban decididos a optar por la adopción, quisieron hacer un último intento realizando un tratamiento natural de estimulación ovárica, ya que sus convicciones católicas no les permitían someterse a la fecundación in Vitro o inseminación artificial. Es de este modo que Patricia salió embarazada de seis bebés.

“Cuando nos enteramos fue una sorpresa, algo que jamás en la vida imaginaba que me iba a suceder a mí”, comenta Patricia.

Luego de vivir la felicidad de esta gran noticia, el médico se les acercó y les dijo que tenían que tomar una decisión: “¿o abortaban a tres bebés para que se salven los demás o perdían a todos?” Es así que, nuevamente esa profunda fe católica que profesan los ayudó a tomar la decisión de continuar con el embarazo, a pesar de lo dicho por los especialistas.

“En comunión mi esposo y yo, rezando, decidimos continuar con el embarazo, decirle ¡sí a la vida!, ¡sí a los planes de Dios!, porque si Dios había decidido que yo concibiera seis niños, Él era el único que podía decidir si nacían o morían, nosotros como matrimonio católico no íbamos a hacer nada para eliminar esas vidas. Decidimos dejar todo en manos de Dios, teníamos fe que el Señor nos iba a conceder los hijos que Él quisiera para nosotros”, menciona convencida Patricia.

A los siete meses de gestación, el 19 de enero de 2009, nacieron los cinco nuevos miembros de la familia Reyes Aranguren; ya que lamentablemente, a los dos meses de gestación, uno de los bebés había fallecido espontáneamente.

“Nosotros todos los días rezamos y le damos gracias a Dios por ese regalo que nos dio, ese milagro de nuestros hijos. Cada uno de nosotros los mira y vemos la obra de Dios, una obra palpable y concreta”, expresa emocionado Rubén.

“Si no hubiera tenido a Dios de nuestro lado y sin conocerlo, creo que hubiéramos abortado”, añade Patricia.

Fernando, Melania, Leandro, Berenice y Gabriel se convirtieron en el milagro que cambió las vidas de Rubén y Patricia. La ausencia de adornos, los electrodomésticos colocados en lugares altos, los juguetes en la sala, el constante alboroto y las persecuciones son muestra del paso de estos cinco “tornados”. Y aunque no es tarea fácil criar a cinco niños de cuatro años, la pareja agradece el apoyo que han recibido desde el nacimiento de sus hijos.

“Nuestro día a día es cansado y muchas veces la paciencia se agota. Son niños de cuatro años, son inquietos, son un vendaval. Pero ya nos hemos adaptado y ya tenemos las funciones definidas, cada uno sabe lo que tiene que hacer. Las primas de Patty nos apoyan en la casa, tenemos familiares y personas que nos han ayudado siempre y sobre todo el Señor quien nos ha provisto y nos ha llamado a la humildad”, manifiesta el matrimonio.

En otro momento, Patricia se dirige a todas aquellas personas que atraviesan por momentos similares a los que pasó ella: el no poder tener hijos, el estar tentados a someterse a un método de reproducción asistida o realizarse un aborto; y las anima a “que se acerquen a la Iglesia, que se acerquen a Dios, ya que el sufrimiento con Dios es diferente y llevadero. Por temor muchas veces pueden seguir el mal camino. Por eso, las animo a decirle sí a la vida, sí a los planes y a la voluntad de Dios”, reflexionó.

Finalmente, ambos invitan a todos a participar de la Marcha por la Vida Lima 2013.

La familia Reyes Aranguren participará este sábado 23 de marzo de la Marcha por la Vida – Lima 2013.

¡Marcha con ellos, marcha por la Vida!

Para mayor información de la Gran Marcha por la Vida - Lima 2013 visitar la web www.marchaporlavidalima.org
También las cuentas oficiales en facebook, youtube y twitter

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